Esta expresión o
parecidas las habréis escuchado seguro en diferentes momentos de vuestra vida,
donde los profesores nos recomendaban que traducir lo que estudiamos a nuestras
propias palabras es una manera mucho más sencilla de memorizar el material a
estudiar. No les faltaba razón ya que convertir los conceptos técnicos en
expresiones propias facilita que las memoricemos.
Sin llegar al punto de
distorsionar el contenido, poder utilizar con nuestras propias palabras las
teorías que hemos aprendido ayuda enormemente al estudio, facilitando técnicas
que ya hemos visto como la organización como método de estudio o la elaboración como técnica para estudiar. En el primer caso es mucho más sencillo organizar
un material que no es más accesible, mientras en la elaboración la ventaja es
todavía mayor al recurrir a palabras de uso habitual en una construcción
completamente nueva.
Cuando utilizamos
nuestras propias palabras al describir un texto eliminamos la información que
no nos es necesaria para entender lo que estudiamos. Este proceso tiene el
riesgo de que, en nuestro afán por reducir al máximo la definición, perdamos
datos importantes llevándonos incluso a confundir el significado real del
contenido.
Es en este caso donde entra la importancia de haber realizado
unos buenos apuntes, independientemente del sistema que utilicemos para
crearlos. En ellos tendremos toda la información condensada utilizando nuestras
propias expresiones, permitiendo que las sesiones de repaso se vean
fortalecidas al estar repitiendo un material que ya de por sí hemos elaborado
por nuestra cuenta.
Es importante
remarcar que un resumen no es poner el texto con nuestras palabras. Podemos
acortar un tema reescribiéndolo completamente, algo que nos será mucho más útil
cara a estudiar al haberlo creado completamente de forma personal. Si nos
limitamos a resumir cambiando unas pocas expresiones restaremos coherencia a un
texto el cual, en el caso de tener dudas, nos costará mucho más aprovechar para
resolverlas. Por ello es fundamental tener siempre disponible la fuente
original, ya sean libros, explicaciones dadas por el profesor o cualquier
otro recurso que utilicemos.
Un último apunte
fundamental es que si nuestros exámenes consisten en exponer el tema
completo es intentar ajustar nuestros apuntes lo máximo posible al original.
Podemos reducir los tecnicismos utilizados y aportar un texto coherente sin
pérdida de información aunque usemos nuestras palabras si tratamos de ajustar
la organización personal a la fuente de donde procedió.
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