Una de las formas
más extendidas para aprender inglés cuando no nos podemos permitir una
enseñanza reglada es utilizar el recurso de las canciones. Son
accesibles, pegadizas y la cantidad disponible es abrumadora, teniendo la
sensación de que en muchas ocasiones entendemos más de lo que sabemos. Aunque
esto es cierto en la mayoría de casos es importante saber exactamente qué
estamos favoreciendo y qué no con este método, el cual no deja de ser en muchas
ocasiones un atajo (o, incluso, excusa) para no estudiar en condiciones el
idioma.
En las canciones
funciona principalmente la memoria de reconocimiento. Esto significa que
más que aprender nueva información estaremos haciendo un repaso de lo que ya
sabemos y tenemos practicado. Es una buena forma para consolidar los
conocimientos y asegurarnos de que esas palabras que tan fácilmente se nos
olvidan se acaben quedando grabadas en la memoria. A su vez con la memoria de
reconocimiento aumentaremos la sensación de estar mejorando en el idioma,
lo cual siempre es beneficioso cara a la motivación personal de seguir
esforzándose por aprender más y más.
Por otra parte las canciones suelen permitirnos trabajar
solo el vocabulario, y de forma limitada. Muchas ajustan las palabas para
que queden bien en el conjunto de la letra, lo que hace que quede
gramaticalmente raro y no necesariamente correcto. Es muy importante que
tengamos esto en cuenta poque si decidimos utilizar dichas palabras de forma
aislada puede que no nos estemos expresando correctamente, y si directamente
recurrimos a frases completas la redacción se resentirá inevitablemente por el
estilo y el vocabulario utilizado. Si además evitamos estudiar de la forma
clásica acabaremos aprendiendo errores y dejes muy poco beneficiosos, algo
que achacaremos a la larga cuando avancemos en el estudio.
La mayor recomendación es dejar las canciones como un
complemento menor al auténtico estudio. Interesante, práctico pero poco
útil como método principal. Deben servirnos como prueba de que entendemos mejor
el idioma antes que sistema para entenderlo mejor, una diferencia sutil pero
que en muchas ocasiones confundimos tanto con las canciones como con otros
métodos más informales.
Muy buen aporte. Considero que la música puede funcionar como una herramienta efectiva para practicar y finalmente aprender a hablar este o cualquier otro idioma.
ResponderEliminarperfecto
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